Carlos y Covadonga: Una pareja con personalidad
No hay nada más bonito que una boda entre dos personas que tienen clarísimo lo que quieren (o por lo menos lo parecía). La boda en la finca de El Hormigal entre Carlos y Covadonga fue un derroche de pequeños detalles que hicieron las delicias no sólo de los invitados, sino de nosotros los fotógrafos que no podíamos parar de hacer fotos a todo lo que nos rodeaba.
Y por si fuera poco, la personalidad simpática de Carlos, todo el rato haciendo pequeñas bromas, fue genial para que el resultado de las fotos del día fuera fresco y original. Covadonga, que estaba preciosa con un espectacular vestido en dos piezas, era pura emoción. Blanca y Radiante va la novia, dicen, y con Covadonga estaba claro que es así… ¿No os parece?
Los novios se cambiaron en el mismo hotel cerca de la finca, de forma que pudimos hacer las fotos corriendo entre habitación y habitación, sin perdernos ni un sólo detalle. ¡Y no nos faltaron las ganas de contarle a cada uno lo guapa que estaba su pareja.
La ceremonia fue preciosa, porque hablaron los amigos de la pareja, así que no faltó emoción, risas, y alguna que otra anécdota realmente curiosa. Después de la ceremonia, miles de abrazos, y besos que aprovechamos para realizar fotos. Y después, hicimos un pequeño reportaje, no sólo a los novios sino con los invitados, aprovechando ciertas poses divertidas como siempre nos gusta hacer.
No faltaron miles de detalles por toda la boda, tanto en la decoración como a cada uno de los invitados…. ¡Y tampoco las sorpresas! Una prima se lanzó a cantar con una dulce y aterciopelada, los novios hicieron un baile sorpresa… ¡Y los invitados lo dieron todo!